El equipo, liderado por Ivana Ivanovi-Burmazovi, de la Universidad de Erlangen-Núremberg en Alemania, llegó a la conclusión que este elemento puede activar en los citados productos una molécula orgánica que protege el organismo del estrés oxidativo.
En concreto, resultó que el zinc activa los grupos de la hidroquinona, que se encuentran en los polifenoles o las sustancias vegetales responsables del olor y el sabor. Como resultado, se forma una protección natural contra el superóxido, relacionado con el envejecimiento y enfermedades como la inflamación, el cáncer o las enfermedades neurodegenerativas, señala el medio. Al mismo tiempo, la hidroquinona sola no tiene este efecto protector.
"Es posible que el vino, el café, el té y el chocolate estén disponibles en el futuro con zinc adicional", comentó Ivana Ivanovi-Burmazovi al respecto. Sin embargo, agregó que mucha cantidad de alcohol destruiría los efectos positivos de esta combinación.
Fuente/actualidad.rt.com